Vacaciones en Asturias y Cantabria

El ángel exterminador (Comillas)

Como ya os había dicho os voy a contar un poquito de mi primera semana de vacaciones la cual pasé con Kike recorriendo parte de nuestra maravillosa cornisa cantábrica. Si queréis ver más fotos del viaje he hecho una selección y las he colgado en el Facebook (Fotos de Asturias , Fotos de Cantabria).

Comenzamos el viaje el lunes 28 rumbo Ribadesella donde teníamos reserva en un hotel rural de la zona. Pero antes de llegar a nuestro primer destino al pasar por Oviedo nos desviamos para darnos nuestro primer baño en la playa del Silencio, cerca de Cudillero.

Costa Asturiana

Al día siguiente hicimos el Descenso del Sella y la verdad es que fue bastante divertido. A pesar de que a mí me costó cogerle el truco al remo la tranquilidad y los parajes que atraviesa el río son una pasada. Además las 3-4 horas que tardas en recorrerlo se te pasan volando. Por la tarde fuímos hasta el Santuario de Covadonga y subimos, sanos y salvos, hasta los Lagos. A pesar de que es una carretera de las más peligrosas que he visto merece muchísimo la pena llegar al último de los lagos. Aunque tuvimos que darnos prisa ya que en unos minutos cayó una niebla increíble y temíamos no poder ver el camino de regreso.

Lagos de Covadonga

Al día siguiente teníamos contratado un guía que nos llevó a realizar la Ruta del Cares después de recorrer gran parte de la zona de Picos de Europa. Todo el camino estaba lleno de carreteras de curvas con unos paisajes espectaculares. El guía nos contó un montón de historias bastante curiosas con las costumbres y cómo se vivía antes en esos pueblos prácticamente aislados en inviernos donde las condiciones de vida eran bastante duras. También nos enseñó una antigua lobera (bueno, más bien una reproducción de la original) que utilizaban para dar caza a los lobos después de hacer batidas y dirigirlos colinas abajo hasta un embudo de donde no tenían salida:

Antigua lobera

Garganta del Cares

La ruta también nos gustó, son 12 kilómetros que nosotros hicimos desde Caín (León) hasta Poncebos (Asturias). Toda la ruta es espectacular, sobre todo el comienzo donde el camino discurre atravesando toda la garganta del río por un sendero bastante estrecho. No hay mucha dificultad, solo que al final, a un par de kilómetros de Poncebos, hay una subida un poco revientapiernas.

Al día siguiente nos movimos hacia Cantabria. De camino paramos a hacer una visita a Llanes donde tomamos otro baño en la playa, muy bonita por cierto. El pueblo, aunque muy turístico, es de parada obligada, quizás puede que sea el pueblo con más ambiente de la zona y además comimos la mar de bien en una sidrería del casco histórico.

Playa de Llanes

Después de comer retomamos el viaje y realizamos una parada en San Vicente de la Barquera. En el casco histórico hay una fortaleza por donde merece la pena dar un paseo ya que se pueden disfrutar de unas bonitas vistas del pueblo y de la zona.

Fortaleza de San Vicente de la Barquera

Santillana del Mar

Nuestro destino era Santillana del Mar donde teníamos la reserva de hotel. Si nunca habéis oido hablar de este pueblo os digo que es espectacular. Parece como si el tiempo se hubiera parado en el siglo XIII ya que todas las edificaciones son de estilo medieval. El problema de estos sitios es que, lógicamente están atestados de turistas en verano. Bueno, y el otro pero es que no hay ni un pub donde tomar una copa en todo el pueblo así que por las noches tuvimos que movernos a Comillas. Además de estos pueblos también estuvimos en Cabezón de la Sal, donde recorrimos una réplica de un antiguo poblado cántabro del que nos contaron algunas cosas bastante curiosas.

Santillana del Mar

El sábado fuímos hasta Laredo donde nos bañamos en la playa y comimos. Seguramente es una ciudad que me hubiese encantado si la hubiera visitado hace 20 años. Ahora se ha convertido en un complejo turístico con muy poco encanto. Aunque la playa, la más grande que he visto nunca, está bastante bien.

Paseo de Santoña con Laredo al fondo

Mucho más nos gustó Santoña, justo enfrente de Laredo y que visitamos por la tarde. Después recorrimos la costa de vuelta y estuvimos en un par de playas en Noja y en Isla. Ya entrada la noche fuimos a cenar a la ‘Venta de Tramalón’, recomendado por una amiga de Kike donde pudimos ver y degustar unos platos enormes de carne y pescado. En concreto tenían unos chuletones a los que la gente se dedicaba a hacerles fotos (incluso se levantaban de otras mesas, jaja). Después nos tomamos unas cervezas en Comillas y volvimos a dormir a Santillana, listos para volver a casa al dia siguiente.

El viaje ha estado fenomenal, era una zona de España que me apetecía visitar hace mucho tiempo y no me ha defraudado nada. Además la compañía ha sido más que grata 😉 y creo que hemos aprovechado muy bien el tiempo. Por otra parte tanto los pueblos, antiguos y con mucho encanto, como las playas, limpísimas y con el agua perfecta, son espectaculares. Si acaso la única pega es que el turismo que hemos visto es típicamente familiar con lo que apenas había gente de nuestra edad, o bien eran chavalines o parejas con lo que no hemos encontrado un ambiente demasiado fiestero. Seguramente si hubiéramos ido a las ciudades de la zona hubiese sido distinto, pero ese tampoco era el motivo del viaje.

Bueno, y mañana a continuar con las vacaciones. Os seguiré contando. Mientras tanto que paséis un buen verano y a cuidarse…